Localización de páginas Web

El término localización en español ya entraña problemas por sí mismo, porque su significado original es la determinación del lugar en que se halla algo o alguien. Un traductor sabrá más o menos de qué se habla cuando escuche esta palabra, pero no así el resto de la gente. Actualmente, este término hace referencia a un proceso lingüístico de fabricación y adaptación de un producto para que presente el aspecto y el funcionamiento de un artículo fabricado en un país en concreto. Así pues, la localización es la pieza del rompecabezas comercial mundial que permite que las empresas mantengan negocios en mercados ajenos al suyo.
La globalización ha convertido en imprescindible la presencia de páginas Web y, más aún, su existencia en diversos idiomas para cualquier empresa que desee prosperar en el mercado internacional actual.
Las instituciones educativas están cada vez más presentes en Internet (e-learning, es decir, formación asistida por ordenador o a través de Internet) y también los gobiernos, que la utilizan para reducir los procesos burocráticos y estar más cerca de los ciudadanos.
La localización Web ha evolucionado y se considera una pieza clave en el mercado de la traducción del futuro. La tecnología multimedia es una herramienta importante para las páginas Web y ha permitido ampliar los temas de traducción. Antes, la localización Web sólo era la traducción de HTML y las páginas Web contenían casi exclusivamente texto. En esa época, la única dificultad era tener unos conocimientos mínimos de HTML para no confundir los códigos ni traducir parte de los mismos por equivocación. Actualmente, este tipo de traducción puede efectuarse sin problemas con la mayoría de las herramientas de traducción y CAT, que filtran el texto que no se debe traducir y protegen el código para evitar su modificación o eliminación.
Cuando la tecnología y los programas de búsqueda evolucionaron, aparecieron nuevos formatos, como por ejemplo Macromedia Flash. A pesar de que Flash genera algunos problemas de accesibilidad, ha supuesto un estándar Web para las presentaciones multimedia interactivas, las interfaces Web y otras aplicaciones sofisticadas, gracias a que permite la integración de texto con sonido, vídeo e imágenes. Por consiguiente, es muy probable que un archivo Flash SWF contenga texto, imágenes e incluso voz localizables.
La localización de archivos SWF no presenta problemas si el desarrollador utiliza archivos de texto y sonido externos, enlazados directamente con el archivo SWF principal y cargados con la configuración lingüística o las opciones seleccionadas por el usuario. Ciertamente, éste es el modo más fácil de diseñar una presentación o interfaz de usuario Flash multilingüe, ya que no será necesario duplicar el archivo completo para cada idioma: el archivo principal no localizable se compartirá para todas las versiones lingüísticas. El texto localizable podrá encontrarse en un archivo TXT convencional, compuesto básicamente texto sin formato o HTML, y que puede procesarse con cualquier herramienta CAT, pudiendo beneficiarse de las memorias de traducción, TM.
Sin embargo, los diseñadores y desarrolladores no siempre son conscientes de la internacionalización.
Como consecuencia de ello, el contenido localizable normalmente está incrustado en el archivo SWF. En caso de tener acceso al archivo FLA original y, por supuesto, al programa Macromedia Flash, podrá editar las cadenas de texto directamente en el “panel de cadenas” o generar un archivo XLIFF externo y cambiar o reemplazar los screenshots (o “pantallazos”) y el resto de contenidos a localizar. En caso negativo, tendrá que descomponer el archivo SWF, siempre que no esté protegido, para recuperar el contenido localizable del archivo Flash, localizarlo y, a continuación, crear un nuevo archivo SWF, que suele generar problemas.
El sonido incrustado (p. ej. la voz del narrador en un tutorial Flash) presenta una dificultad especial para su localización si no se tiene acceso al archivo FLA original. En este caso, la única opción es la de poder extraer el archivo de sonido importado con un decompilador SWF. Una vez que se tiene el archivo de sonido, lo único que hay que hacer es traducirlo y grabar un nuevo archivo de sonido usando una aplicación de grabación estándar.
Además de las dificultades que representan el formato Flash y otros formatos multimedia, las imágenes son a veces uno de los elementos Web más difíciles de localizar. Como la mayoría de los formatos de imágenes (GIF, JPEG) están basados en píxeles, el texto de estas imágenes no se puede extraer automáticamente para su traducción. Por lo tanto, estos archivos deberán editarse y traducirse manualmente con una herramienta para imágenes.
Para resolver estos problemas de localización de imágenes, se han desarrollado nuevos estándares. El formato SVG es uno de los avances más prometedores en este campo, permitiendo la creación de gráficos bidimensionales basados en XML.
Cuando se desarrollaron nuevas tecnologías como SVG, los diseñadores y desarrolladores de páginas Web obtuvieron nuevas herramientas para crear páginas Web basadas en formatos abiertos, sin plataformas, como XML. Estos formatos también resolverán muchos de los problemas de localización Web.